Desde hace varios años, una parte de las tierras de cultivo alojadas en los valles de los municipios de la Comarca Matarraña/Matarranya se están abandonando. Estos valles, si se encuentran cultivados, forman discontinuidades en la vegetación creando cortafuegos naturales que favorecen, en caso de incendio, el control rápido de éste con la menor merma de masa forestal.
La puesta en marcha de este proyecto es vital para el desarrollo sostenible en la Comarca; así, se realizó una primera fase en 2012, financiada con el Proyecto Europeo Interreg “Modeland”, donde se contempló como una acción piloto y se recuperaron 16 ha en los términos municipales de Cretas, Valderrobres, Calaceite, Ráfales y Valdeltormo.
En 2015, se finalizó la segunda fase del proyecto “Banco de Tierras" con la que en total, ya ascienden a 48 las hectáreas de superficie recuperada. En esta segunda intervención, se ha actuado en siete municipios, recuperándose un total de 32 hectáreas e interviniéndose en 52 parcelas catastrales, pertenecientes a 41 propietarios. Todas ellas se han arrendado a un total de 12 agricultores-ganaderos.
Esta recuperación y puesta en producción de fincas agrícolas en estado de abandono, fue posible gracias a la iniciativa y colaboración de pastores de ovino del Matarraña y la disposición de los propietarios de las fincas para poder desarrollar el proyecto.
Además del espacio agrícola, el proyecto ha incidido en la recuperación de las infraestructuras existentes en estas zonas afectadas como pueden ser fuentes, zonas de abrevada y los accesos a las parcelas.
La metodología de trabajo para la ejecución del proyecto es, una vez que se manifiesta el interés en una zona, se analiza la posible actuación valorando el riesgo de incendios, el nivel de degradación, la conservación del paisaje, su calidad y la biodiversidad de la flora y la fauna. El paso siguiente es la obtención de los compromisos de propietarios y de los agricultores o ganaderos que trabajarán en su mantenimiento. Por último, se realizan las labores de adecuación y limpieza de las fincas y de sus accesos. Caminos que, por regla general, están muy deteriorados ya que no se ha circulado por ellos durante muchos años. Mantener la red viaria en buen estado para el tránsito de vehículos es necesario para la puesta en cultivo de estas parcelas y su posterior mantenimiento, pero, además, ayuda a conseguir mayor eficiencia en la gestión de los montes, vigilancia y extinción de los incendios forestales, ya que permite acceder más rápidamente en caso de necesidad.
Las labores que se realizan en las fincas consisten en el desbroce para la eliminación de la vegetación herbácea y matorral, retirada de especies forestales de pequeño tamaño y árboles de cultivo ya muertos. Además, se tritura el material vegetal para facilitar su posterior incorporación a la tierra de cultivo, como materia orgánica. Por último, los ganaderos y agricultores ejecutan con sus medios el laboreo profundo y la siembra de especies que se adapten a las condiciones tanto edáficas como climáticas de la zona. En el caso de los pastores de ganado, ovino principalmente, siembran alfalfa o esparceta para realizar un aprovechamiento de las mismas mediante el pastoreo “a diente”. Por su parte, los agricultores, siembran distintas especies siempre comprometiéndose a tener el suelo desnudo de vegetación seca durante los meses de verano (julio y agosto) donde las probabilidades de incendio son mayores.
Última actualización: noviembre 2015