El Hospital Sant’Orsola-Malpighi de Bologna cuenta con más de 100 personas trabajando entre nutricionistas, cocineros y cocineras, control de calidad, personal administrativo…
La estacionalidad del producto es fundamental en la elaboración del menú y un 10 % de los productos son biológicos. El hospital también tiene una política de no desperdiciar la comida, por lo que diariamente una organización dedicada a las personas que tienen menos recursos se lleva el sobrante. Este cambio en la manera de elaborar los menús lleva más de cinco años en marcha pero el cambio de modelo ha supuesto muchos más. La educación alimentaria, más allá de la propia comida, también es importante, ya el personal de cocina considera que el hospital debe ser un ejemplo y tiene que vehicular un mensaje para que el paciente en su casa pueda seguir con las pautas saludables y de sabores. Según Marco Storchi, director del servicio de atención a las personas: “la restauración no es un servicio marginal. La alimentación es una parte de la terapia y una parte fundamental del proceso de cuidados”. En su proceso de sensibilización sobre la alimentación saludable, la Dirección del hospital también organiza una vez a la semana un mercado para obtener productos frescos.
Fuente: https://justiciaalimentaria.org/actualidad/cronica-de-la-experiencia-por-la-restauracion-sostenible-italiana
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