“Parzonería” es un término local propio de los territorios guipuzcoano y alavés que hace referencia a condominios intermunicipales, agrupaciones de pueblos que participan en la propiedad y disfrute de tierras compartidas.
Al igual que otras parzonerías, la de Entzia es una comunidad administrativa de origen inmemorial. Está compuesta por los municipios de Salvatierra/Agurain, Asparrena y San Millán, y los seis pueblos que componen, a su vez, la Parzonería de Entzia-Arriba: San Vicente de Arana, Kontrasta, Alda, Ullibarri-Arana (municipio del Valle de Arana), Onraita y Róitegu i(municipio de Arraia-Maeztu).
La Parzonería de Entzia es titular del monte de utilidad pública 609 en la Sierra de Entzia, con una superficie de 3.284 hectáreas, de las cuales casi tres cuartas partes es arbolado (principalmente hayedo) y el resto pasto.En su origen, todo el monte se utilizaba de manera comunal, de modo que cualquier vecino/aparzonero/a podía servirse de sus recursos (arbolado, pastos, agua, etc.). Sin embargo, como consecuencia de las tendencias desamortizadoras del siglo XIX, en 1860, se dividió el arbolado y se adjudicó a las distintas entidades que componían la Parzonería, quedando el reparto de la siguiente manera: 2/8 para Salvatierra, 3/8 para la Hermandad de San Millán y Asparrena, (que posteriormente,al constituirse como municipios, a su vez lo dividieron al 50%) y 3/8 para los seis pueblos. Por el contrario, el resto de aprovechamientos (pasto, aguas, caza, roturos, caminos, chabolas, ocio, etc...)continuaron mancomunados. Es decir, separaron la propiedad del vuelo (arbolado), que se adjudicó a cada una de las entidades, y la del suelo, que se mantuvo en comunidad.
Esto supone que cada entidad gestiona su arbolado de manera independiente, asumiendo los gastos y beneficiándose de los ingresos que se derivan de la explotación de su bosque. Hay que señalar que los seis pueblos que componen la Parzonería de Entzia-Arriba no han dividido el arbolado que les fue adjudicado sino que se mantiene de forma mancomunada entre ellos, de modo que realizan la explotación en común y los ingresos se gestionan en su Parzonería (Entzia-Arriba).
El pasto, a diferencia del arbolado, es mancomunado y cualquier vecino/aparzonero/a tiene, en principio, derecho a su disfrute. La Parzonería cuenta con unas 620 ha de raso donde crece el pasto, a las que hay que sumar algunas zonas de arbolado donde también se puede pastar. Esta superficie provee de alimento a 37 explotaciones, con un total de 1.123UGM, de las cuales el 26% es de ganado equino, el 28% ovino y el 46%vacuno. Esto supone más de 37 puestos de trabajo, puesto que varias explotaciones son sociedades o comunidades de bienes. El pasto es, sin duda, un recurso de gran valor para estos pueblos en los que la ganadería es una actividad económica muy importante. Pero el monte no es únicamente un recurso económico. Sus más de 3.000 ha tienen un valor medioambiental incalculable, cuya conservación ha sido posible gracias a que los parzoneros han sabido explotar este monte con racionalidad, garantizando la conservación de ecosistemas que en la actualidad es merecedor de la calificación de Lugar de Interés Comunitario y por tanto sujeto a las correspondientes normas de protección medioambiental.
Forman parte de la Parzonería todas las personas que viven y están domiciliadas en cualquiera de los municipios o pueblos que la componen. Todas ellas tienen derecho, en principio, a la utilización de los recursos provenientes del monte. Ahora bien, el derecho a los aprovechamientos está vinculado no al vecino o a la vecina como persona individual, sino a la unidad fogueral (grupo de personas que viven de manera continuada en una misma casa), que además habrá de reunirlos requisitos exigidos en cada caso.Así, para acceder a los pastos, además de tener la condición de vecino/a parzonero/a, se exigen otros requisitos, como dedicarse a la ganadería, trabajar tierras propias, estar inscrito en el padrón con una antigüedad mínima de un año,hallarse al corriente en el cumplimiento del pago de los cánones y veredas, estar inscrito en los Registros de Explotaciones Ganaderas de la Diputación, tener la explotación ubicada en la localidad de la que es vecino/a, cumplir las exigencias dela normativa foral referente al control sanitario, y haber obtenido la autorización de la asamblea para el aprovechamiento de los pastos.
Al estar diferenciado el vuelo del suelo, es cada entidad, y no la Parzonería, la que gestiona su propio arbolado, si bien todas las actuaciones y aprovechamientos forestales están sujetos a la autorización previa de la Diputación Foral de Álava de acuerdo con lo que establece la Norma Foral de Montes. Así, la Diputación, a propuesta de los titulares, aprueba el Plan de Aprovechamientos anuales ejerciendo además el control de los mismos. En lo que se refiere a la extracción de madera o leña, el señalamiento de los árboles a talar lo realizan los representantes de cada entidad en su propiedad, siguiendo las determinaciones técnicas y bajo la supervisión de los guardas de Diputación. Los ingresos y los gastos derivados de las intervenciones en el arbolado los percibe y asume la correspondiente entidad propietaria. Todo/a vecino/a parzonero/a tiene derecho a reclamar los lotes de leña o fogueras, que se extraen, al estar dividida su propiedad del arbolado del municipio al que esté adscrita la unidad fogueral a la que pertenece. Todos los demás aprovechamientos del bosque son mancomunados. No cabe duda de que esta diferenciación en la gestión de los aprovechamientos, unos mancomunados otros privativos, es fuente de conflictos, particularmente cuando se trata de conjugar el aprovechamiento del bosque y del pasto, por lo que desde hace algunos años la Parzonería está buscando una fórmula de gestión conjunta del arbolado, que, sin menoscabo de los derechos de las entidades, facilite la gestión íntegra e integral de todos los recursos generados en el conjunto del espacio que conforma la Parzonería de Entzia.