Antecedentes
Los pioneros de este trabajo son Tolomendi y Goimen Landa Elkartea. Estas dos asociaciones rurales compartieron la preocupación por el futuro de las ferias de Tolosa y Ordizia. Para garantizar este futuro, vieron la obligación de poner en valor las ferias ante la sociedad, poniendo en valor los diferentes activos y atributos que ofrecen las ferias. Para ello, entre otros elementos, esta reflexión ha puesto énfasis en la investigación y medición de la dimensión económica de las ferias, con el fin de poner de manifiesto el impacto económico de las mismas en la economía local.
Para la realización de este estudio, los representantes de Tolomendi y Goimen se pusieron en contacto con Mirene Begiristain y Eduardo Malagón, investigadores de la Universidad del País Vasco. Aprovechando su experiencia en la investigación del desarrollo de los sectores y zonas rurales. Además, cuando se compartió la idea de realizar esta reflexión y estudio con otras asociaciones de desarrollo rural, se mostró el interés por la participación de las Asociaciones de Desarrollo Rural (Debemen, Urkome, Alto Deba y Behemendi) que están promoviendo las ferias de baserritarras en otros lugares de Gipuzkoa en el ámbito de la investigación y se incorporó al grupo de investigación la investigadora Aintzira Oñederra.
Además, se consideró necesario que la investigación fuera no sólo una medida del impacto económico, sino también del impacto social, para tener una visión más completa de la importancia de estas vías en la evolución de la actividad rural a nivel de Gipuzkoa y, teniendo en cuenta las mismas, iniciar una reflexión sobre una estrategia alimentaria para el territorio.
Objetivos del estudio:
El objetivo principal de este proyecto es analizar el impacto económico y social de las ferias campesinas locales en Gipuzkoa, desarrollando el análisis en algunas ferias principales. Para cumplir con este objetivo general de la investigación, nos fijamos los siguientes objetivos específicos:
Valoración de la importancia de las ferias para el agricultor guipuzcoano como canal de comercialización
Evaluación de la importancia de las ferias locales en la economía local
Evaluación de las sinergias y relaciones de las ferias locales con otras oportunidades de marketing local y otros sectores de la economía local (servicios, comercio, hostelería, etc.)
Analizar las ferias locales en el contexto de los canales de comercialización de otros agricultores y de los canales de comercialización cortos (MBL) y en una estrategia alimentaria territorial
Desarrollar una herramienta metodológica para evaluar la evolución económica y social de los LIC que permita valorar el impacto de las estrategias desarrolladas en estos canales de comercialización.
Conclusiones
El análisis de los datos recogidos en las diez ferias muestra que el género predominante entre los productores y consumidores es el femenino, es decir, las ferias nos han mostrado su rostro femenino. Además, en lo que respecta al modelo de producción, hemos visto que los agricultores y ganaderos que venden en las ferias han diversificado la producción a pequeña escala, una producción que está muy alejada del modelo de producción ecológica. Y en cuanto al modelo de consumo, hemos observado que la gente acude a la feria para comprar alimentos de calidad y productos locales.
[Puedes encontrar más conclusiones en la investigación]
Proyección de futuras ferias
El estudio nos muestra que el perfil de los productores que encontraremos en la futura feria será el del agricultor especializado, que se encargará de la venta de productos procesados u orgánicos y que, además de las ferias, trabajará en otras rutas de comercialización cortas. De hecho, estas son las características que se refieren a los jóvenes productores de las ferias actuales. Para que este perfil de productor se asuma en las ferias, creemos que es fundamental facilitarles al máximo su entrada en la feria y, además de otras formas de comercialización, percibir la feria como un canal de venta idóneo.
Por otro lado, en lo que respecta a los consumidores, además de buscar productos de calidad y autóctonos, los compradores más jóvenes han observado que consumen alimentos procesados y/o orgánicos, en línea con los productos vendidos por el perfil de los jóvenes agricultores que hemos identificado. En definitiva, son ciudadanos comprometidos con un modelo de consumo saludable.
No podemos olvidar que las ferias son espacios con un impacto social significativo. Así, en palabras de los productores más jóvenes: las ferias son canales de venta que combinan el ámbito educativo, para poner de relieve los productos producidos en el propio pueblo o el modelo productivo de las masías, espacios de socialización, espacios que permiten acercar el medio rural a los pueblos y ciudades, espacios que incluyen relaciones basadas en la transmisión cultural, canales que permiten construir nuevos modelos económicos sociales, etc. Por ello, es fundamental que la feria no sólo permita la venta de productos ecológicos, sino que también conserve el carácter de estos espacios "vivos", sobre todo para adaptarlos a una sociedad que envejece y pasar de ser un punto de compra de productos procesados ocasionales a ser un punto de venta para adquirir alimentos sanos y cotidianos.
Para mantener la dinámica de las ferias, consideramos imprescindible reflexionar sobre el modelo de gestión y desarrollar estrategias adaptadas a la realidad de las mismas. En las ferias analizadas hemos detectado falta de colaboración entre los diferentes agentes y/o negligencia en la gestión de las mismas. Se debe asegurar la participación, compromiso y colaboración de los diferentes agentes relacionados con la feria para garantizar el futuro de las mismas, mediante la creación de estructuras horizontales de toma de decisiones. La toma de decisiones sobre los objetivos principales de las ferias, los criterios de participación, el papel y lugar de los revendedores, el modelo de producción y mercado, la coordinación y articulación entre los baserritarras, las relaciones que se pretenden desarrollar con otras ferias y canales de comercialización cortos, el papel de los agentes públicos, los indicadores para monitorizar la dinámica de las ferias y medir el grado de cumplimiento de los objetivos, las alianzas y colaboración con los gestores de otras ferias, etc.
Además, los diferentes agentes deben interiorizar el modelo de gobernanza y demostrar responsabilidad y capacidad para afrontar diversos problemas, entre otros: la distribución de valor entre consumidores y productores, las asimetrías que pueden producirse en la cuestión de los precios eternos, la solución de la logística y el comercio minorista, el grado de capacidad de las ferias para satisfacer las necesidades alimentarias del municipio de la feria, el mantenimiento y la regulación de la infraestructura pública, etc.
Por último, consideramos deseable que los diferentes agentes tengan en cuenta el impacto económico y social de las ferias. Por este motivo, al ser espacios que permanecen invisibles, es importante socializar y destacar los datos que hemos recogido en este estudio. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la muestra recogida en este estudio incluye las ferias semanales, por lo que a esta influencia hay que añadir la de las ferias especiales, con un impacto económico indirecto importante, más allá de las que hemos recibido.
Puede descargar el estudio en http://www.goimen.org/docs/AZOKEN_eragin_Ekonom_eta_sozia_DEF.pdf
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